ERNESTO GUEVARA


       “Los argentinos no han dado señales de vida…”

       (del diario del “Ché” en Bolivia)

 

La pena terca casi sonreía a la fábula.

Se diría que sí

                     parece

frente a las puertas de la luz última

que en los ocho puntos cardinales de América

no le espera la lámpara

rodeada de risas

sino un montón oscuro

de infinitas figuras contraídas.

Dictar un bando revolucionario

disponiendo la reforma agraria

la sociedad convertida

en una gigantesca escuela

como quien trae su fogata incomprendida

al triste sitio de la intensidad de ayer

un horizonte dividido.

 

 

 

Ahora cada quien su cicatriz

sus tangos, el mate

                            sus olvidos

su personal inviolable cigarrillo

una mina si cuadra, el fútbol

y volvé general cuanto valés

pero ché que querés

                               las condiciones.

No sé si el tiempo cerró las perspectivas

pero me pregunto cómo

                             alguien

que ganó el destino

al soplo que lo seguía

cómo pudo esperar

de nosotros

                  viejos discutidores.

Hemos encontrado la fórmula

para las bárbaras justificaciones

cómo entonces

-por la victoria algún día-

como pudo esperarnos

cuando tenemos nuestro cubil

para seguir hablando proponiendo

fumando

             así de interesantes.

Los grandes destinos

Esperarán un poco más.