ESCRITO 2

 

El amor a ciertos nombres

lucha o aventura

la medida de nuestra vibración

todo lo que permanece

describiéndolos, describiéndome

en la conjetura de los días

donde al borde del agua centellante

renace una mujer pensativa

donde amamos y fuimos amados

logramos tamaño

hasta abordar la palabra

como el único vehículo

bajo un celeste solícito

en el desasimiento de la calma

viaje hacia todas las cuerdas

afinándose

en los oídos de los esperanzados.

Ese tronco del árbol caído contratado

 

florecerá una mañana

 

hasta representar

los luminosos papeles del viento

una insomne espera

que la luz de los invernaderos

no destruirá

porque yace desde el futuro

desde las altas ventanas

donde las miradas

son ciertas y visibles.

El ruido de nuestras noches

no está vacante

 

ahora que oprime la corrupción

respiramos como árboles

mojarras de los sauces

trepidantes de luna

ningún vasto río

claro, claro

los de la provincia de los ríos

pasará entre nuestros dedos

sin que bebamos sus secretos

las curvas de la incertidumbre

el entredicho del espinel

la suerte del pescador

la leche de sus hijos

el calcio ausente

los dientes que faltan.

Embriagados desde antiguo

por el desamparo

reprimidos, disueltos, maltrechos

como el signo de otra órbita

con este roce exterior

que espera

la revolución o la muerte.