ESCRITO 7

Y con los párpados bajos

golpearemos con desesperación

puestos en el camino del peregrinaje

desplegaremos visiones

más extrañas que el dolor

o certezas

 

               entre los ciegos

 

o las sábanas de la transpiración

circulando por las venas.

Reconoceremos como sea

después que tantas

 

                         tantas cosas

 

han pasado bajo nuestra impresión

unidos y dispersos

dispuestos a morir sobre nuestra tierra

aún por ese hombre que partió

solo hacia la tortura

albergando la vida.

Un poco de tiempo y veremos florecer

las ondulaciones del pueblo

precisamente allí

las obras del amor.

 

No nos demoremos

contemplando la piedra

alguna vez el viento

o alguien nos provoca.

Existen cosas viles

 

                             tantas

 

 

como casi todo lo que existe

tantas innominadas desgracias.

En tanto también, todo

 

                                         todo

 

lo que no queremos consentir.

Oh Zandunga, la de mis amores

se nos impone por la violencia

su infame omnipresencia

más igualmente

todo no será sino el lado del torrente

para el supremo nacimiento.

 

Existe ya una evidencia argentina

tendida hacia el cumplimiento

de los peligros fraternos

los que sabremos conseguir

coronados o muertos en gloria

que despliegan el mismo viento

planificando, ya, sus frutos.