Los fieles a diciembre
los mismos hijos del río
sentirán las señales trémulas
el intangible beso de la orilla
las voces de estas criaturas secretas
miradas apenas, gritos, quejas del silencio
de estas regiones de injusticia total.
Aquí la palabra es pequeña
ante el contradictorio contorno que la excede
intima con medida humildad
un pudor que comparten
algunas hierbas, los insectos
el brillo del agua
que siempre descubre estas presencias
las ondulaciones retenidas por los árboles.
”El río se va como queriendo llegar”
dice el cantor del vino y de la noche
vuelve el hombre a sus recuerdos
a las memorias del pago derrotado
a la caliente historia
ahora
al territorio de la esperanza.
Ah Río de los pájaros
hermoso como el viento
llevas estampadas nuestras armas,
los dados a las tardes,
demasiada impotencia para tanta bravura
vencedor de muy escasas glorias.
Federación (e/ríos) - enero de 1974