En la “memoria de la tierra hermosa”
guardamos muchos años escondidos.
Callado, tengo todavía,
todos los pretextos que me diste.
Pude sobrevivir sin nosotros
logré hablar, sorprenderme
hacer negocios
y hasta dejar amor
esparcido en las tardes.
Y si vuelves algún día
si te encuentro
recuperaré tu rostro
y será como el aire
del alba naciente
y seremos los nombres del día
tal como nos llamaban
el río, el cierto camino
y los vecinos.
La Paz (e/ríos) - 1975