MANOS LABRADORAS

a Lino Spilimbergo,

L. V. y H. M. H.

 

Altas entre sus hoces ¿no son una pregunta

sobre el linar, cargadas de trabajos y días?

¡Oh laboriosas!, lentas bajo las profecías

del Angelus que pasa, las detiene y las junta.

 

Mansas, sufridas, buenas, más recias que la yunta

que uncen esperanzadas y desuncen sombrías.

Lo mismo que sus bueyes fueron dos bestias pías

atadas a la tierra... Soles de punta a punta.

 

Ya es el Otoño y pobres.(Cual cigüeñas doradas

con el niño de luz de un lucero divino

pasan las tardes lentas, y aún les rezan, cansadas)

 

Cansadas, pero en alto sobre el cielo del lino.

Sabias sus curvas hoces: ¿qué inquieren al destino?

¿Dudan que ni en la muerte se dormirán cruzadas?