DESAMARRAR UNA ISLA

 

ella es gorda y discípula de un dios que no conozco

me muestra su desnudez y se desata las  vendas

su pubis es amable y rotundo/ le beso las semillas,

la encuentro con todos sus dones retumbando en 

mi cara. gimo los  corales, las  algas, los  musgos.

 

 

 

ella tiene su propio esperma, los niños le  nacen

en los lunares / mira mis pezones, después los saborea.

quiero esa espalda que la corriente me  sirve

su saliva siempre sobre mi  cuenco.

 

 

ella me besa como un  fantasma,

sus fronteras biológicas me estremecen

puedo ver a su hijo y a su novio adentro

de su lengua.

 

 
 


 

 

mis raíces flotan y mi vientre quema.

ella dice que mi casa se parece a una

plantación de orquídeas.

yo le digo que se enamore de la siesta

y se deje lamer.

 

el padre venía cuando las dos  estábamos

acostadas, se ponía encima mío y me dictaba las frases,

ella lloraba como la nube que cubre la  isla.

 

 

te veo rozar las ramas de la acacia,

yo estoy escondidadetrás,

te veo las manos agarradas al árbol.

el mar golpea mis jugos.

 

 

armé un hombre y una mujer de arena

y los bauticé: reino.

ellos me miraron para que les sonría

yo entreabrí la boca y nada  más.

 

 

 

 

la piel está hembra u hombre

es criminal irse muriendo mientras ves pasar

por la plaza una mujer joven llevando una

silla de ruedas. un chico lindo aparece

rompiendo la simetría y besa, a la  joven

y a la silla.

 

 

sé que en su casa las paredes son blancas,

que hay pinturas por todos lados y que  tiene

muebles de caño. él habla bajo y parece sincero,

espanta a los ladrones con su esperma de  fuego.

 

 

 
 


 

 

 

por el pasillito que da a su patio  pasan

las maneras en la que ya no mira al mundo,

de su espalda brota la llama  contenida.

 

haceme líquido / hincame/  oleme.

 

 

 

es el jardinero de un barrio de  pobres

cada tanto la contemplación no le basta y los

espíritus le bailan. allá donde vamos la  costa

de los pájaros abrirá nuestra menstruación  solar.

 

 

 

 

Sé  que  solo  en  mí estuvo aquella  vez  la    realidad

un intervalo entre dos tiempos

cortadas en el mar

 

 

Ilustraciones: Alejandro López