AL PAÍS DE ANGELINO, RESEÑA

Al país de Angelino

Reseña de Al país de las guerras, de Diego Angelino - Ed. EDUNER (2019)

Por Fernando Belottini

Al país de las guerras relata la saga de la familia Salamanca, desde los albores del siglo XIX, cuando España es invadida por Francia pasando por su exilio a la Argentina, luego de la Organización Nacional,  para finalizar en los comienzos del siglo XX, más precisamente 1930, al borde del golpe de Estado que derrocó a Yrigoyen.

La novela está dividida en tres partes, con títulos de las distintas locaciones que a lo largo del tiempo y en distintos países tuvieron las tres generaciones.

El trasfondo socio-histórico enmarca los avatares de la familia e incide, como no puede ser de otra manera, en la vida de las personas, tanto en sus triunfos como en sus pesares, porque así como la guerra europea deja huérfano al primer Salamanca y la necesidad de mejorar las razas vacunas lo trae a Entre Ríos para un trabajo formal, el asesinato de Urquiza le otorga la posibilidad de tener a estancia más grande de la provincia.

En el prólogo de esta edición, Martín Kohan, con acierto, señala, hablando en general de la obra del autor, que Angelino no usa la literatura para mostrar su posición ante la Historia, sino que se vale de ese marco y de la historia en sí, en este caso de los Salamanca, para producir literatura. Y ello se revela tan certero cuando el lector aborda Al país de las guerras y nace el interés por no despegarse de la trama o lamenta llegar un desenlace que no es tal, ya que persiste en la memoria como toda buena novela, y como toda buena novela ese lector se pregunta por el continuo de la trama. Lo que sin duda distingue a los mejores narradores, es decir, aquellos que logran mediante determinados procedimientos involucrarnos en el relato y dejar en suspenso lo cotidiano.

Y al oficio, Angelino suma y expone un profundo conocimiento de su tierra nativa y de los aspectos socioculturales de la vida rural, sin que de ello haga una ponderación o una exaltación propia de cierto folclorismo, sino que es un recurso más para darle relieve al texto y enriquecer al  lector curioso.

Sus personajes principales, de abuelo a nieto: Félix, Santiago y Diego, tienen un sino trágico, como si la realidad, esas guerras, el desarrollo de una región y la geografía misma fueran una amenaza constante para la ficción, más aún con las dificultades que encuentra un autor del interior. Por eso es digno celebrar la edición por parte de EDUNER de esta gran novela.