HAY VECES EN QUE A ORILLAS

Hay veces en que a orillas
de cualquier camino me detengo
y despliego las señales de un mendigo:
cabeza gacha, hombros caídos,
mirada ausente, gesto contraído.
 
Llegado el tiempo
y sin extender la mano
en silencio pido:
―Una palabra, por favor.
 
O. S. 2018