En vértigos de amanecer
vuelve la claridad
resguarda lo que entregó
la huerta en costumbres
de manos laboriosas
perfumes de albahaca y perejil
tentadores hinojos,
necesarias cebollas, ajos y tomillos,
escarpadas lechugas, azul coliflor.
En ollas de mediodía vierto el regalo
que regué y regué