QUERÍAS SER POETA

Querías ser poeta

pensás

mientras los broches prenden la ropa al viento del patio

mientras los gurises se pegan patadas y gritás que basta

que basta ya de peleas y de llantos.

El aire alcanza afuera para tomar la tarde por las trenzas

fuerte empuja y secará rápido la ropa.

Querías ser poeta y pensás

en ese hombre de espuma

en ese hombre cuyos labios no mordiste

en su cuello que de cerca perfumaba los tiempos de la rebelión

de los escapes

de las canciones bailadas para enamorarlo.

Querías ser poeta

pensás

y sabés que se es poeta aún con la lengua anudada

pero no se desanuda

no se desnuda

y ese hombre está lejos ya

y los gurises siguen peleando.

¿Cómo se es poeta?

 pensás

 mientras la última prenda a colgar cae y se ensucia

y el sol busca con su aliento levantar tu pollera.