POR EMMA BARRANDEGUY

“El modo y la temática de Salvarezza atraen siempre nuestra atención, circulan por los mismos valores que amamos, y, en forma insólita, expresan su sentir. Su poesía no es intimista, sino proyectada hacia una realidad que solo el poeta posee.

Si enfoca a Safo, o Emily Dickinson, o a la inefable, pero no tanto, Katherine Mansfield, por citar a mujeres poetas o merecedoras del recuerdo, lo hace relacionándolas con el amor y la muerte (temas infinitos) como en uno de sus recientes libros  que lleva por título, precisamente, “Entre el Amor y la Muerte”.

Allí se evocan, como ya dijimos, nombres queridos: García Lorca, Whitman, Sarduy, Ortiz, Seferis..., que nos emocionan y conmueven. Refiriéndose a Safo, Salvarezza dice: “Ella sabía que quien discute las razones del amor discute por sus despojos, éste no sabe de razones”.

Comentándonos esto el poeta nos pone frente a esa difusa realidad que da primacía al amor en este libro que comentamos pero, al mismo tiempo, nos coloca frente a la nada que surge de la experiencia vital y que nos acerca a la muerte, el otro tema del libro de Salvarezza.

Evocando a Lorca el poeta habla de la infancia “Esa magnolia deshojada”, y enseguida en el poema de Sarduy, insiste “la infancia, otra cruz”, sin duda evocaciones propias del poeta.

Se observa en la poesía de Salvarezza una obstinada lección de amor carnal, cualquiera sea su forma, aún a riesgo de la nada después del sosiego. En esta actitud vital que nos llega entrañablemente y, a través de toda su poesía no dejamos de ver el respeto por el amor y el apetito de amor hacia el lector que emanan y nacen del poeta mismo”

 

                                                                                  Emma Barrandeguy