EL ESCLAVO

De “Los dioses menores”, 1983.

 

         Servir y ser servido son pliegues del mismo traje.

HERMAN HESSE

 

No tocaré, mi amo, tu vestido

pero veré en tu rostro mi camino.

Pues sé que sobrellevas mientras sirvo

el indecible peso de ti mismo.

 

Uno de los oscuros que conmigo

van enlazados en igual destino

dijo que arde en el hombre otro sino,

el de la libertad, no el del olvido.

 

Pero él no te ha mirado. Yo te he visto

escrutar  con el rostro pensativo

el dorado horizonte o el antiguo

fluir iluminado de los ríos.

 

Sé que ser libre eso solo un desatino,

que a muchos como a ti les han mentido,

que cifras tu poder, tu ser altivo

en los que como yo te consentimos.

 

Y llevas en los pliegues de la frente

la fugaz esperanza, un accidente

que el tiempo cura y la razón advierte

porque a los dos nos llevará la muerte.