COMENTARIOS DE JESÚS RUÍZ NESTOSA

LO EFÍMERO DE LA ESPUMA Y LA PALABRA EN MONTESINO

 

El poeta Jorge Montesino dio a conocer  su libro más reciente: La Espuma o el Recurso de lo Efímero en un cuidado volumen de Úkoácho Ediciones. El mismo reúne una serie de poemas y de textos poéticos escritos en forma de prosa. Esta es la tercera obra que el escritor publica desde que reside en Asunción. Montesino nació en Concepción del Uruguay (provincia de Entre Ríos, Argentina) en 1962 y vive en Asunción desde 1989 donde ha venido participando activamente en la vida literaria.

Anteriormente publicó Rojo de Vapor y otros poemas (poesía) a través de RP Ediciones/ICI en 1991. Luego, ya en 1996 publicó Malúrinvé (poesía) en Ediciones El Augur / Colección de los 90. Además en 1991 publicó la “plaquette” El país de la Siesta más Larga del Mundo (poesía) en Ediciones Taller que se distribuyó con la revista Cabichu’í 2. En todo este tiempo publicó numerosos artículos sobre creación poética en este mismo suplemento, en la revista Crítica y se desempeñó como corresponsal de la revista Blanco Móvil.

 

LA POESÍA DE LO COTIDIANO

 

El libro se inicia con brevísimas citas de tres poetas: Stepháne Mallarmé, Víctor Redondo y Jacobo Rauskin quien es justamente quien hace alusión a la espuma, que va a ser el tema central del libro: “Se salva la espuma por matar la ola”.

El libro propiamente dicho está dividido en dos partes. En la primera el autor reúne una serie de poemas que giran en torno al tema que le da nombre al volumen “¿de qué otra cosa estamos hechos? / ¿de qué otra cosa podría estar compuesto el poema? / de espuma, claro de espuma / de pura espuma, como el vuelo del pájaro / como el trino, de espuma”.

La segunda parte, que el autor considera a modo de apéndice es “Fantasmas de la Espuma” en donde se incluye una serie de breves obras en forma de prosa poética sobre temas aparentemente baladíes, que nunca superan lo marcadamente cotidiano. Como buen ejemplo está el dedicado a las hamacas y una descripción de cómo se debe proceder a colgarla entre dos árboles. Pero es precisamente dentro de esta cotidianeidad donde Montesino logra extraer lo mejor de su prosa poética, para insertarse con naturalidad, en la profundidad de las cosas.

Con una construcción gramatical sencilla —que con frecuencia resulta más difícil y trabajosa que la otra—, Montesino prescinde de todo lo que pudiera significar adorno superfluo para quedarse con lo esencial de las cosas y lo esencial de la poesía que es, en definitiva, la palabra.

 

INVENTANDO PALABRAS NUEVAS

 

Incluye también este volumen un ensayo de definir palabras nuevas en la que en el estilo aparentemente riguroso y objetivo del gramático, no se desprende del lenguaje poético e imaginativo del escritor. Por ejemplo: “Alabanico: desígnase con con este nombre…….”. También se puede citar “Sombraje: …..”.

A pesar del subtítulo del libro “El recurso de lo Efímero” a lo largo del texto se da un doble juego: mientras los temas, las situaciones, las anécdotas de pronto narradas tienen ese carácter de liviandad, de cosa pasada, justamente de “efímero” como lo es la misma espuma, por el otro hay algo permanente, algo que no pasa. O pasa y vuelve a reconstruirse, como “la espuma que mata la ola” con que comienza el libro.

De este mismo modo el lenguaje de Montesino parece retornar a su mismo origen al concebirlo de manera tan elemental y etérea, para reconstruirse de nuevo, a través de la construcción gramatical y trascender lo simplemente cotidiano para convertirse en poema.

 

 

Obs.: El artículo incluye una muestra de “Fantasmas de la Espuma” que incluye los textos titulados: Hamacas, Dunas, Barco, Nubes (las nubes ahora / de pie sobre…) , Nubes (aquellas nubes vivientes), Nubes (las nubes de colores), Nubes (las nubes volcánicas).

 

 

Asunción, marzo de 2000

 

Texto publicado en el Suplemento Cultural del diario ABC Color

el domingo 12 de marzo de 2000