Con asombro admiramos los colores
que ofrecen los árboles cada día.
Sabemos lo que nos sorprende.
Mi hija mira por primera vez
y transforma el paisaje,
da vuelta el mundo.
Ahora todo existe
de otra manera.
Este es el estado
de poesía permanente.
Con asombro admiramos los colores
que ofrecen los árboles cada día.
Sabemos lo que nos sorprende.
Mi hija mira por primera vez
y transforma el paisaje,
da vuelta el mundo.
Ahora todo existe
de otra manera.
Este es el estado
de poesía permanente.