Prólogo
por Sebastián Bekes
Pareciera que el cuento es la forma que mejor se adapta a la fantasía y a la imaginación rioplatense. Los cuentos de Martín Acevedo que aparecen en este libro, no desmerecen esa idea, e incluso la reafirman. La concisión, la maquinaria de relojería (donde cada palabra o frase encaja y cumple una función), el final certero, se hallan en este libro de manera plena.
Conocí a Martín, y a sus relatos, a través del Taller Literario Municipal de Concordia que yo coordinaba por entonces. Desde el principio todos pudimos apreciar el cuidado con la palabra, buscando el uso correcto y a la vez preciso. También la búsqueda de que la historia, el relato, fluya tersamente a través de las páginas que la componen. Este libro de cuentos suyos que ve la luz no hace más que reforzar aquella apreciación inicial.
El lector encontrará aquí una variedad de temas y géneros: fantástico, ciencia ficción, místico-religioso, policial o suspenso. Todos, en su medida, ayudan a consolidar el trabajo narrativo de Acevedo y a mostrar que, para alguien que conoce el oficio, no hay género o cuestión que no pueda tratar con buena fortuna.
Casi todos los cuentos, también, tienen ese acierto de perdurar por un tiempo en la memoria de quien los ha leído, como el sabor del buen vino queda en el paladar, provocado por el final sorpresivo o por una trama ingeniosa. Todos, sin duda, lo dejan a uno pensando o cavilando sobre lo que se acaba de leer.
Esperemos que el ingenio y el quehacer de Martín no queden sólo en estos cuentos, sino que pronto le sigan otros más.