PAOLO

 

                     Quali colombe dal disio chiamate      

  Inferno, V, 82      

 

Estas roncas palomas de deseo

que en tu garganta laten, la ceniza

que arrastra el huracán, este desliza-

miento de un cuerpo en otro, este deseo,

 

Francesca, que nos une y nos abisma

uno en otro, tus ojos en mi vida,

un aliento en dos bocas, una herida

doble que duele amándose a sí misma

 

con furioso placer, con desgarrada

ternura, nos será castigo eterno,

o eso dirán los ángeles adustos.

 

Pero por nuestra dicha condenada

los dos tendremos cielo en el infierno;

sin ti es infierno el cielo de los justos.