POR TODA LA CIUDAD SE DICE EL ALBA

 

 

Por toda la ciudad se dice el alba 

y en todas las colinas se despierta. 

Sólo en mi corazón nadie la salva 

de ser pálida luna descubierta.

 

Por la hoja que cae, cae la mirada, 

y en la ronda que dista a mi ventana

una medida alarga una alborada. 

Sólo en mí yo detengo a la mañana.



Pasa el pájaro y canta porque crece 

sobre su corazón la luz que ama. 

Suspendida en un sueño que la mece

sólo en mí está la noche que me llama.



Por toda la extensión se anuncia el día 

y en todos los caminos se agiganta. 

Sólo en mi corazón, que nadie guía, 

crece la soledad como una planta.