EL TERO

 

EL TERO

 

Además del nombre más común de esta zancuda, tero, Lisandro Segovia cita en su “Diccionario de argentinismos” los siguientes: En guaraní, teteu, terotero y teruteru; en el Brasil teu teu y quero quero; en Chile queltregüe o quiltrehue, que es voz arancana, seguramente, y en el Perú, güerequeque. Es de nuestras aves más populares, incluida destacadamente en la literatura y el folklore. Nombre técnico (Belonopterus chilensis lampronotus)

 

 

Picazo-overo, alertero,

el tero de buena pinta,

alto, erguido y adornado

con airón de pluma fina.

Junta en sus modalidades

la audacia con la malicia

y quiere arreglarlo todo

con su grito y su política.

Arrimado a las aguadas,

en tierra baja se afinca,

donde con su buen discurso

halla lo que necesita.

Ni árbol, ni cueva, ni hueco

ni matorral lo cobijan;

quiere el horizonte abierto

y al raso para la vida.

Pone tres huevos overos

en el hoyo donde anida

y a veces unas virutas

de resaca al nido arrima.

Para ocultar la nidada

muchas mañas utiliza,

agachadas y amenazas

y graciosas picardías.

Saluda atento a los perros

aunque no le simpatizan

y pronto lleva sobre ellos

acrobacias agresivas,

o al carancho pone en fuga

con ágil acometida.

El rojo espolón del ala

es un arma siempre lista.

Siempre al tope de la noche

su bulliciosa vigilancia.

Tero, qué tero alertero

que por cualquier cosa grita.