ESTACIÓN TERMINAL

Es otoño tardío en las horas de domingo

que encandilan a niños multiplicando pasos.

Los próximos.

El aire susurra esperanzado

mientras me espera tu encuentro.

Adentrar una ciudad para vernos

con ojos que ya no son los mismos

y redescubrirnos en una estación terminal.

 

En combinaciones somos la experiencia

reverberada en distintos puntos.

Acá el frío urbano, allá el silencio del mar.

Te pienso y nos veo conmovidos sobre los licores

que acompañan nuestra síntesis.

La dimensión en la que aceptamos

vidas ajenas, las nuestras.

Y somos felices por sabernos

en medio de tazas de café.

 

Pregunto por el sentido de la hermandad

y somos una fuente en respuestas.

Darás lugares para caminar

los próximos pasos que veré crecer.

Ahora puedo sentir el trance que te adormece

cuando te dirigís al norte,

la casa paterna te aguarda

por el desarraigo que continua.

Y son los brazos curtidos

con sus manos que te acechan,

es preciso que en cada fibra de piel

te reconozcas en contacto con lo húmedo.

 

Volver a la indagación necesaria y purificadora

en lugares tempranos donde tu inherencia.

Estarás en el río, no hay culpa ni riesgo.

La corriente lleva una tensión

que es calmada en la tarde de domingo.

Aunque ya no sean los días el motivo de tu fatiga

sino permanecer y perdurar en la orilla

mientras extraviada nadie te espera.

 

Recorrer distancias del tiempo,

esquirlas de eternidades,

agraciadas por ser capaces de presenciarlo todo.

Agitar el verso interno

por volver siendo antiguos de geografías.

Te invento en plazas desiertas

entre estatuillas de las que soy consciente

y vegetaciones arboladas en las cornisas

extinguidas por el progreso y la mutilación.

 

Sos el gajo sanador y franco

que ahogará la peste para insinuarla

teniendo valor en el desafío tortuoso.

Cubierta por otras aguas, líquido al fin,

de fragancias de mar austral.

 

Sustancia hermana siempre acá

desafiando lo irreal y la distancia.

El presagio de existir en otro,

afines como el pájaro fuera de la superficie.

Te exploro en el reposo

y recuerdo los años en concentración de nuestros seres, primarios y joviales.

Almas principiantes tal vez

pero juntas en infancias.

 

 

 

 

De: Cerrojo