ANAHÍ MALLOL

Escritura y subjetividad. Poetas argentinas en los 80: entre la lírica y los géneros menores

 

(Introducción del artículo publicado en Revista INTI. Revista de literatura hispánica.

N° 52-53, pág. 33-56. Año 2000-2001)

 

La cuestión de la lírica es, se sabe, al menos desde Petrarca, la cuestión del sujeto, aunque Safo, claro, también lo sabía. Y sabía que la cuestión del sujeto es la cuestión de su disolución. Temas clásicos de la lírica, desde Safo, desde Petrarca: el amor, el paisaje, la muerte, instancias todas de disolución del sujeto, de riesgo de perderse del sí mismo en lo otro, en el otro (1). Tradiciones que, después de pasar por el misticismo, por el romanticismo, perduran: hasta la vanguardia, aunque se modernicen o urbanicen, hasta la posvanguardia que se embarra o barroquiza. Tradiciones que se complican, que se re-barroquizan, en lo que configuró, propuestas teóricas o prácticas mediante, la poesía escrita por mujeres (2).

Porque la cuestión del sujeto es también la causa perdida de las mujeres ante el lenguaje (3). Por eso si, como ha afirmado Walter Mignolo (4), en la lírica de vanguardia el poeta se volatiliza en tanto hombre y queda convertido en una pura voz que sostiene las palabras en el aire, en la escritura poética de algunas mujeres incluso la voz pierde su unidad y se vuelve protagonista de un doblez, dislocación o disolución que se inscribe en el acto de enunciación.

Ya lo dijo Roland Barthes: quien habla no es quien escribe y quien escribe no es quien vive. Pero ¿quién vive en la escritura, qué alienta en un poema, anterior a cualquier poética y más allá de ella? Si a partir de la vanguardia histórica el yo-sujeto desaparece como registro del alma-razón unificadora de la experiencia, si entonces el yo estalla y se disuelve, lo que habla en el poema, dice Delfina Muschietti (5), es un cuerpo, una materialidad, una serie de fuerzas que se chocan en el espacio-tiempo. Un cuerpo que ha perdido la experiencia de sí (ha sido secuestrado, anulado) y que en la escritura se recupera, intenta palparse y re-conocerse.

El cuerpo y la escritura se complican cuando los fragmentos recuperan algún segmento de sexo-género mujer. La búsqueda de una identidad, que no puede ya jugarse en la trascendencia sino a lo sumo en la peculiaridad de la operación de montaje llevada a cabo en el cuerpo del poema, afectará no sólo a la construcción de una lengua poética, sino también, y sobre todo, a una deconstrucción de la escritura de sí misma por parte de los otros.

Si Olga Orozco, Alejandra Pizarnik y Susana Thénon trabajan por el abandono definitivo de los subgéneros destinados a las mujeres escritoras (el diario íntimo, la novela sentimental en narrativa y el estilo tardorromántico en lírica) y del consiguiente tono confesional, para operar desde dentro de la gran tradición de la lírica encauzando lo que se podría definir como una lucha desde dentro del canon literario pero en contra de una tradición que se percibe como ajena (6), la oscilación entre esta postura y el rescate político y puesta en evidencia de un uso y deslizamiento de los géneros menores, permite delinear un viraje en la constitución de una tradición literaria propia de las mujeres dentro del campo cultural argentino, viraje situado en la década de 1980 y plenamente realizado en 1990 (7), en que las escritoras articularán una doble operación de búsqueda y construcción de sí que apela constantemente a una recategorización de la experiencia, en tanto constitutiva de una identidad de género, ubicada en primer plano no sólo en el campo de los discursos líricos sino en otro tipo de texto, marginal en cuanto a su carácter estético, literario o ficcional, que se transforma también, y en relación con el poema, en laboratorio de experimentación de una subjetividad diferenciada.

 

Notas

1 Stierle, Kerlheinz. "Identité du discours et transgression lyrique". En: Poetique no33, 1977. "Le sujet lyrique est un sujet en quéte de son identité, sujet qui s'articule lyriquement dans le mouvement de cette quote. C'est porquoi les themes classiques de la poesie lyrique sont précisement ceux dans lesquels l'identité se met en jeu, comrae l'amour, la mort, 1'introspection, l'experience de l'autre socialement immédiat, et sourtoutdu paysage. (...) Le sujet devient pour lui-méme sonpropre théme généralement dans la mesure oü ses relations habituelles avec les instances collectives á partir desquelles le sujet peut se concevoir avant tout comme sujet, sont devenues problématiques, incertaines, douteuses." p. 436.

2 Genovese, Alicia. La doble voz. Poetas argentinas contemporáneas. Bs. As., Biblos, 1998.

3 Existe mucha literatura teórica a propósito de este tema. Para una primera aproximación desde el punto de vista lingüístico se puede consultar: Violi, Patrizia. El infinito singular. Madrid, Cátedra, 1991.

4 Mignolo, Walter. "La figura del poeta en la lírica de vanguardia".

5 Muschietti, Delfina. "Alejandra Pizarnik: la niña asesinada". En: Filología, XXIIV, 1.

6 Mallol, Anahí Diana. "Una canción que sea menos que una canción. La constitución de una tradición literaria de mujeres en Olga Orozco, Alejandra Pizarnik, Susana Thénon y Diana Bellessi". En; Tramas. Para leer la literatura argentina. Vol. V, n 9, 1998. C.I.L.S. (Centro de Investigaciones Literarias y Sociales). Cordoba, pp. 152-161.

7 Muchos estudiosos han destacado ya lo llamátiva que resulta en este período la producción poética de las mujeres argentinas, quienes publican en esos años textos importantes y novedosos. A este respecto se ha recortado un corpus por razones de extensión, pero hay muchos otros textos y poetas que sería interesante tomar en consideración, por ejemplo María del Carmen Colombo, Irene Gruss, Amelia Biaggioni, Susana Villalba, etc. Para las dos primeras autoras ver Genovese, Alicia. Op. Cit.