Mariana Enríquez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mariana Enríquez y la nueva generación literaria argentina

 

En los últimos años ha habido un auge de autoras latinoamericanas, especialmente en Argentina. Algunas de las más reconocidas tanto en el mundo editorial como en la academia son Samanta Schweblin, Selva Almada y, por supuesto, Mariana Enríquez. Aunque hay muchas otras, en su mayoría profesionales en periodismo, literatura y filosofía, en este artículo se busca hacer un panorama general de la carrera literaria de Enríquez y su importancia como autora rioplatense.

 

Sus inicios e influencias

Mariana Enríquez nació en 1973 en Buenos Aires, por lo tanto, tenía tan solo ocho años cuando la dictadura de Jorge Videla llegó a su fin. En este sentido, los críticos literarios la clasifican en la “nueva literatura argentina”, aquella que sucede en la postdictadura y es escrita por personas que no la vivieron o eran muy jóvenes cuando sucedió.

Sin embargo y como resalta Adriana Goicochea, doctora en Letras de la Universidad Nacional de La Plata de Argentina, la dictadura ha marcado profundamente la literatura de Enríquez. Tan solo en su cuento “La casa de Adela” Enríquez escribe “nunca la encontraron ni viva ni muerta.” haciendo referencia, según Goicochea, a los desaparecidos entre los años 70 y 90.

Otra gran influencia en el trabajo de Mariana es la literatura gótica y de terror británica y estadounidense. Ella misma ha afirmado su admiración por autores como H.P Lovecraft y Edgar Allan Poe, a quienes empezó a leer desde temprana edad. Inspirada por ellos, comenzó a escribir y tan solo a los 19 años publicó su primera novela “Bajar es lo peor”, la cual posteriormente volvería a publicarse en el gigante editorial Planeta.

 

“Las cosas que perdimos en el fuego”: éxito literario y editorial

Luego de “Bajar es lo peor”, Mariana Enríquez continúo escribiendo y publicando. De este periodo se destacan sus obras “Cómo desaparecer completamente” (2004), “Los peligros de fumar en la cama” (2009) y “Chicos que vuelven” (2011). Sin embargo, no es sino hasta la publicación de su colección de cuentos “Las cosas que perdimos en el fuego” en 2016 por la editorial española Anagrama que Enríquez alcanzaría reconocimiento a nivel mundial.

El libro, además de ser un éxito en ventas, fue incluido en la selección de libros para leer del New Yorker y fue nombrado el libro del año por el Boston Globe. Este también le otorgó a Enríquez el premio Ciutat de Barcelona.

Y este no es el único premio de la autora. En 2019, ganó el premio Herralde de novela gracias a “Nuestra parte de noche”. Incluso ha sido elogiada por una de las críticas literarias más importantes de la historia latinoamericana, Beatriz Sarlo.

 

Su futuro literario

Entre sus últimos trabajos y debido al aislamiento por COVID-19, Enríquez escribió un diario sobre la cuarentena en la página oficial del Centro Cultural Kirchner. 

Según lo anterior y con tan solo 48 años, Enríquez se ha posicionado —justamente— como una de las voces más innovadoras e importantes de la literatura de terror latinoamericana. Su éxito abre la puerta para que más editoriales comerciales como lo son Penguin Random House o Planeta les apuesten a autores jóvenes del hemisferio sur.

Aun así, es importante recordar que no es la única autora argentina que actualmente es reconocida a nivel mundial. Samanta Schweblin, quien reside en Berlín desde 2012, ha ganado múltiples premios como lo son el premio Juan Rulfo y el premio Casa de las Américas, además, sus obras se publican bajo el sello de PenguinRandom House.

Es claro que la literatura latinoamericana seguirá otorgándonos títulos de excelente calidad y que estos, al igual que en el llamado “boom latinoamericano”, deben ser notados tanto en la academia como por el público general.  De este modo, solo queda esperar la próxima publicación de Enríquez quien, seguramente, seguirá creciendo como autora.