REPORTAJE A FERNANDO BELOTTINI

 

Por Nicolás Solari, para Integración, Suplemento de Arte Joven, Diario El Heraldo. 21.01.2011

Hace unas semanas el escritor Femando Belottini, radicado en Concordia, obtuvo el primer premio en el 2o Concurso Nacional e Internacional de Teatro Breve 2011 organizado por la Casa de la Cultura y el Gobierno Departamental de San José, Uruguay.

 
El a su vez ganador del Premio Fray Mocho 2008, presentó la obra que se titula “Un más allá complicado" con el seudónimo de “Pepino gratinado” que le dio el primer lugar entre autores argentinos y españoles.
 
En la siguiente entrevista Belottini nos cuenta inquietudes acerca de esta obra ganadora y cual fue su punto de inspiración para involucrarse en otro perfil como son las obras para teatro.

¿Cómo fue qué llegaste al 2° Concurso Nacional e Internacional de Teatro Breve 2011?

Hay un sitio de España en internet llamado escritores.org que tiene abundante información sobre concursos literarios de habla hispana. En los primeros días de cada mes le mandan a quienes se suscriban las bases de los concursos que cierran en ese mes y en los posteriores. En general me fijo lo que hay y si tengo material y me parecen atractivos, mando.

¿De dónde y cuántos participantes eran concursando? 

Desconozco la cantidad de gente que participó, tal lo sepa el 22 de octubre cuando vaya a retirar el premio, pero en la lista de ganadores aparecían autores de España y Buenos Aires.

¿Qué me podés contar de “Un más allá complicado”?  ¿Cuándo lo escribiste? ¿En qué te inspiraste?

“Un más allá complicado” es una obra en un acto que trata de la llegada al Limbo del alma corporizada de un concordiense de unos treinta y cinco años (José) justo el día en que el Vaticano decide cerrarlo. Al llegar se encuentra con el alma también corporizada del Custodio del Limbo, un señor que falleció unos minutos previos a la crucifixión y muerte de Cristo y hace ya (para la época que lo escribí) unos mil novecientos setenta y cuatro años que viene haciendo ese trabajo. José no logra asumir que pasó a otra vida y al Custodio le sorprende que el alma de un adulto haya ido a parar a ese lugar. Mientras lo discuten llega una carta del Vaticano donde le anuncian al Custodio que quedó cesante, con lo cual él también queda desconcertado.

La obrita la escribí en 2007, año en que el Papa tomó esa decisión que me pareció algo absurda. Me pregunté (y quizás ese sea el leitmotiv): ¿cómo es que desde lo terrenal se puede intervenir en lo divino?

De esa duda, también surgió un cuento que incluí en “Textos sin destino”, titulado “Ascenso inoportuno”, pero ahí me preocupé un poco por la omnisciencia de los narradores y la ignorancia que tenemos sobre estos temas.

En aspectos generales, ¿de qué trata el  2do Concurso Nacional e Internacional de Teatro Breve 2011? 

Es la primera vez que participo en esta convocatoria. Es un concurso internacional de obras breves (ente 15 y 25 páginas A4) dotado de un premio de $ 5000 uruguayos. Lleva el nombre de un prestigioso director como lo fue Carlos Aguilera y  la entrega de premios se hará en el Teatro Macció de San José de Mayo (ROU) el 22 de octubre, que por lo que vi en internet es una reliquia y fue remodelado en febrero de este año.

¿Tuviste experiencias en concursos similares? 

En 1990 fui seleccionado en el Ciclo de Teatro Semimontado que organizó la Fundación Somigliana y el  Teatro Nacional Cervantes de Buenos Aires, y que tenía como jurados a  Roberto Cossa, Mauricio Kartun, Sergio Renán, Eduardo Rovner y Ricardo Halac. La obra, que se titula “Una imaginación que no alcanza”, se representó dentro de ese ciclo en 1992 en el Teatro San Martín con dirección de Enrique Dacal y, en 1993, en Rosario, con dirección de Aldo Pricco.

En 1992 otro texto, titulado “Los hombres de Platón”, fue seleccionado dentro del Certamen "Enrique García Velloso", organizado por la Editorial Municipal de Rosario. Esa obra la representó un grupo de estudiantes secundarios  pero no la pude ver porque llegué tarde.

Los dos textos están en mi página.

¿Cómo ves el teatro hoy en nuestra ciudad?

La verdad es que no sé qué pasa con el teatro en Concordia. He presenciado obras, algunas me han interesado, otras no, pero me excedería cualquier comentario. Mi trabajo se basa en el texto, sé muy poco de dirección, de actuación, de expresión corporal, de escenografía o de todo lo que confluye en una puesta. En el ciclo de teatro semimontado del que te hablé en la pregunta anterior se nos convocaba a los autores a que participáramos durante una semana de los ensayos, pero no pude asistir, primero porque era el único del interior que había sido seleccionado y segundo porque hacía solo un mes que había cambiado de trabajo.

¿Qué te motiva estar premiado? Digo; ¿a qué te dispara luego de una mención del Premio de Teatro Breve?

Y, como siempre, haber sido seleccionado te da alguna pauta de que podés manejar cierto registro literario y te ayuda a seguir. Por otro lado, ver representado tu texto, ver las lecturas que hacen otros y cómo lo ponen en acto es muy gratificante.

¿Qué obras de teatro, ensayos, recomendarías en general?

Hay una gran cantidad de material referida al teatro. Pero como te dije, yo me ocupo solo del texto. Creo que si uno quiere entender la técnica del género dramático sin dudas debe leer a Shakespeare. Más allá de todas las metáforas que disparó su obra ahí están los recursos de los que se vale un texto para ser “teatral”. Aunque en lo personal, siempre me interesó más el teatro del absurdo:  Alfred Jarry,  Samuel Beckett, Virgilio Piñera, Eugène Ionesco, Miguel Mihura. Es decir, aquel que puso en tela de juicio no sólo el discurso dramático sino también ciertos valores sociales.

¿Por qué usaste un seudónimo como “Pepino gratinado”?

Con el seudónimo, pretendí que siguiera el tono de la obra. Como en general desconfío bastante de lo que escribo y de su resultado, quise sacarle al “autor” cualquier espesor de sentido. Es decir, gasté una broma, un poco grosera, es cierto.