SE EDITÓ HÉROES DIARIOS (O DIARIO DE HÉROES), DE JUAN CARLOS GALLEGO

 

Héroes diarios (o Diario de héroes), el primer libro de Juan Carlos Gallego, distinguido con el galardón literario municipal, propone una serie de relatos en los que refleja personajes cotidianos. Presentado recientemente, permite acercarse a un estilo atravesado por el humor y lo teatral.

Los salones de Literatura volvieron a realizarse en Paraná, lo que significó un auspicioso acontecimiento para las letras de nuestra ciudad, y en 2010 el ganador en el género Cuentos fue Juan Carlos Gallego. 
El jurado, integrado por Daniel González Rebolledo, María Legaz y Selva Almada, consideró que la obra de Gallego tenía el mérito de ser “compacta, homogénea y con humor”, y la destacó por sobre los 16 trabajos preseleccionados. 
El nombre del libro, que fue editado este año por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad, es Héroes diarios (o Diario de héroes) y reúne historias sencillas, cotidianas y muy diversas donde personajes cercanos y muy reales se destacan en anécdotas que podrían ser escuchadas en cualquier esquina, en un bar o en el patio de una casa. 
La prosa de Gallego está cargada de una fuerte oralidad y el autor logra que los textos parezcan ser escuchados mientras se los lee, por lo que es inocultable la sólida formación actoral del escritor. 
Es que Gallego es un reconocido actor, un docente teatral desde hace más de 20 años y director de obras que han sido grandes éxitos de público. Sin duda esta experiencia se traslada al momento en que concibe sus relatos, en los cuales se atisba una estructura dramatúrgica. 
Y por eso, seguramente, muchos de estos cuentos podrían ser relatados sobre un escenario, sin necesidad de cambiar una coma ni realizar adaptación alguna. De todos modos, el mismo autor aclara que la dinámica de la estructura teatral “es otra cosa, aunque hay puntos de contacto. Pero en general el relato tiene un nivel descriptivo que se diferencia de la dramaturgia, que es acción. La literatura permite otras búsquedas”. 
Esta vinculación a lo teatral, no quita valor literario a los relatos que se plantean en el libro. Por el contrario, Gallego arremete con descripciones de personajes, en concisas frases: “Un esqueleto pintado con piel, eso era su padrecito” (en el cuento Luna). 
El autor se vale del habla, de las jergas y costumbrismos para delinear a los protagonistas de sus historias, que bien pueden ser apasionados jugadores de fútbol, amigos entrañables o una adolescente jujeña. 
Los cuentos van y vienen por diversas geografías, situaciones y acontecimientos. Las temáticas son variadas y profusas, por lo que no se pueden encasillar las historias en algún tipo en particular. 
El estilo de escritura varía: desde Mataor, que propone un personaje próximo a un torero en España, hasta Pachamé que el autor sitúa en la última dictadura cívico-militar. Pero todos los relatos se apoyan en arquetipos. Y es inocultable, acaso como tributo, la influencia de Roberto Fontanarrosa en el estilo, algo que Gallego reconoce ya que, admite “siempre ha sido una fuente de inspiración, así que hay algo de su impronta allí”. 
Gallego nació en Buenos Aires pero desde hace años reside en Paraná con su familia. Es actor, director, docente de teatro y dramaturgo, preside la asociación cultural Arteatro y desde hace más de 20 años dicta talleres de teatro en Paraná y Nogoyá.

Tomado de Escritores entrerrianos y http://www.eldiario.com.ar