NUEVO TRABAJO DE UN POETA ENTRERRIANO

 

Tomado de: http://www.eldiario.com.ar

Martín Carlomagno reúne en La inocencia y el viento, parte de su producción poética reciente. En esta nota Carlos Sforza analiza este trabajo del autor entrerriano, al que define como ”narrador de historias” a través de la poesía.

Se han escrito (y se escriben) muchos libros de poesía. Pero muchas veces sólo se está ante el intento de escribir poesía. Borges, de insoslayable cita en este tema, dijo en una de sus conferencias de Harvard que “siempre que he hojeado libros de estética, he tenido la incómoda sensación de estar leyendo obras de astrónomos que jamás hubieran mirado a las estrellas. Quiero decir que sus autores escribieran sobre la poesía como si la poesía fuera un deber, y no lo que es en realidad: una pasión y un placer.” (Arte poética, p. 16). 
Al fin de cuentas, el mismo autor de “Ficciones” sostenía que “los libros son sólo ocasiones para la poesía”. Y es así nomás. La poesía está desde los comienzos de la humanidad con una presencia que va de la oralidad al encierro en un libro. 
Por otra parte con el correr de los tiempos se fue dividiendo esa pasión poética y se diversificó en lo que se decía o escribía en versos y lo que tomaba otro formato: la prosa. Precisamente en su tercera conferencia en Estados Unidos, Borges lamenta que la palabra “poeta” haya sido dividida en dos. Y afirma con convicción: “Mientras que los antiguos, cuando hablaban de un poeta –un hacedor- no lo consideraban únicamente como el emisor de esas elevadas notas líricas, sino también como narrador de historias” (op. cit., p. 61). Posteriormente a esa consideración, por razones de estudios, de la formación de academias y otras instituciones, por el uso de los especialistas, se fueron dividiendo los géneros en cuanto se refiere a la escritura, se crearon los cánones y así seguimos. 
Este recuerdo de lo que opinaba Borges, vienen a cuento ante la lectura del último libro publicado por Martín Carlomagno. Se trata de La inocencia y el viento –Poemas- (Ediciones del Clé, Nogoyá –Entre Ríos-, 2014, 144 p,). Es un poemario que rompe, en cierta medida, las estructuras clásicas de esa forma de escritura conforme a los cánones vigentes, y nos introduce en el placer de leer poesía. Es ilustrativa la cita que abre el libro, del poeta Luis Rosales cuando en “La luz del corazón llevo por guía” dice: “… yo reuní para ti, como en un ramo, a todas las palabras verdaderas,/ yo reuní todas las palabras,/ y abrazándote entonces,/ te puse, para siempre, sobre los labios el nombre de/ María.” Precisamente en esa cita se centra la esencia del poemario de Martín Carlomagno. 
El poeta en “La inocencia y el viento” es una relator que no desperdicia lo cotidiano, los seres que rondan a nuestro lado para utilizarlos poéticamente y hablar, no desde un argumento determinado, sino desde y por la misma poesía. 
Estamos ante un poeta que no sólo usa el verso clásico, sino lo que es la palabra y su trascendencia y la convierte en poesía. Susan Sontag en Cuestión de Énfasis que reúne muchos de sus artículos y notas, cuando habla de Roland Barthes afirma que éste “invoca la moralidad de la forma, lo que hace de la literatura un problema y no una solución, lo que conforma la literatura”. Y agrega: “Pues Barthes comprendía (a diferencia de Sartre) que la literatura es toda ella, por encima de todo, lenguaje” (p. 92/93). 
PROTAGONISTA. Quien se acerque al poemario de Carlomagno podrá preguntarse: tiene un personaje central el libro. Yo, es mi opinión claro, diría que sí. El personaje es la literatura y, concretamente la poesía. En la madre, en “el enano de la carnicería”, en el río, en la lluvia, en la soledad, y en la soledad en compañía, todo ello se conjuga poéticamente para anunciar la presencia de la grande poesía. 
El lenguaje lírico que utiliza el poeta y en el encadenamiento que hace de las palabras, en todos se anuncia y se presenta a la poesía. 
Y lo hace Martín a la manera en que lo expresara Borges, como un “narrador de historias”. Historias que se agarran fuerte de la poesía para que sea ésta la protagonista de este valiosísimo libro que hoy nos regala Martín Carlomagno.