RARA AVIS - RESEÑA POR SANTIAGO LLACH

Ya desde el título, Rara Avis, el libro y su autora, María Aranguren, traen la figura de la extrañeza, la del arte como actividad de los inútiles o de los no del todo funcionales, la figura de la belleza como lo que no tiene función.
Dos epígrafes presentados con una simetría espacial invertida, casi como si fueran el reverso la una de la otra, casi por fuera de lo literario y artístico, encabezan el libro. Son de Henry David Thoreau y de Charles Darwin, dos escritores casi o totalmente externos a la literatura, que van romántica o científicamente, como va María, en busca de la naturaleza.
María se apropia de la figura del cazador de lo bello, Thoreau, quien dice también “que nunca se me escapa nada”. Aparece ahí la idea de la actividad literaria o intelectual como la de quien fija, la de quien les da nombres a las cosas para organizarlas. En línea con ello, hay en el libro un espíritu juguetonamente taxonómico.
Darwin por otro lado dice en el epígrafe que el origen el sentido de la belleza es “una cuestión oscura”. Es muy interesante que desde la ciencia se presente el arte como misterio y va en línea con la extraña variedad de materiales que trae Rara Avis.
La idea de Darwin es de alguna manera la idea opuesta a la de apresar o fijar el sentido. Ahí hay otra línea que cultiva María que es la del sinsentido, la irracionalidad, el misterio.
Rara Avis se plantea como un libro híbrido en varios aspectos. Desde el género, trae las formas de la enciclopedia, el caligrama, la fábula, la poesía, el tratado científico, el haiku y la literatura intimista.
Es un libro de una artista polifacética, que se expresa en formatos varios y a través del arte de la escritura y el del dibujo.
La atraviesan los procedimientos de las vanguardias.
Recurre al juego tipográfico, al slapstick, a la rima.
Es un patchwork, un muestrario de formatos y estilos.
 
Rara Avis es varias cosas a la vez ya desde su estructura, pero también en sus registros y los imaginarios que trae y organiza. Es un libro breve de casi haikus juguetones, es una historia natural fantástica, es una historia sobre alguien que escribe. Remite a varios géneros y traza una serie de precursores posibles a los que mezcla. Es una posible clasificación del mundo animal, una teoría sobre la escritura y sobre la ciencia, un collage de discursos científicos y personales, una narración fantástica y una narración realista y una meditación sobre la historia del mundo. Remite a una larga serie de libros o textos, como si contuviera la historia de sus predecesores, la historia de la literatura. La alcanzan la mitología griega, las historias naturales clásicas y modernas, los cronopios y famas de Cortázar, la clasificación de la enciclopedia analítica en el cuento/artículo El idioma analítico de John Wilkins de Borges, los cuentos de Macedonio Fernandez y Rodolfo Walsh en los que la nota al pie invade al texto, Bartleby y compañía de Enrique Vila Matas, en el que un narrador retirado hace una lista de textos sobre “escritores del no”, escritores que practican la retracción y la restricción, y Pálido fuego de Nabokov, una novela que consiste en un poema y los comentarios a ella. También por momentos parece un manual, tiene notas de autoayuda de ironía tierna, y en la variación de estilos gráficos y cortes de verso es también un muestrario de recursos poéticos, así como por momentos remite al tono de un cuento infantil.
El libro trata también sobre la organización arbitraria del saber y más solapada y tiernamente sobre la emoción animal que en el fondo preside al ser humano, y sobre la conexión (¿la arbitraria división?) entre humanos y animales. Es también muchas cosas más.
Por último, Rara Avis propone un ejercicio de lectura fragmentaria (¿hay alguno que no lo sea? ¿existe la literatura articulada?) y de lectura a los saltos. Este es el modo de leer que predomina en Internet, y María nos recuerda que es un modo de leer que antecede a Internet. Este objeto tan bello que es Rara Avis parece un remanso, un reparo, pulido con las técnicas antiguas del dibujo y la escritura, frente a la demasiada información que caracteriza a nuestra época.
Rara Avis es finalmente un ejercicio de literatura experimental. María Aranguren se inventa un género y un mundo y lo ofrece a sus lectores.
 
Santiago Llach