1 POETA 10 PREGUNTAS

1)¿Qué despertó tu interés por la poesía?

 

La verdad no tengo idea.  Lo que sí,  tengo un recuerdo muy marcado de cuando iba a la primaria.  Una  maestra  cuando  vio mis uñas bastante anchas, muy pronunciadas y capaz  que  largas  y sucias. Me dijo que tenía uñas de escritor. Yo no sabía lo que era un escritor.  La maestra seguro  que lo  dijo  sin  pensar, sólo por decirlo. Si me hubiera dicho que tenía  uñas de mecánico, lo cual hubiera sido más acertado, quizás hoy sería mecánico.  Me  gusta la idea de mecánico.  Alguien que se obsesiona con eso que está debajo del capó, que se ensucia las manos. Que trabaja duro.

Después seguro que tipo a los diecinueve cuando leía a Rimbaud fue una ficha que me saltó de eso que me dijo la maestra, que siempre me quedó. En  la  infancia  está todo. Igual me dijo uñas de escritor y no de poeta. Hubiera estado mejor. Mi interés entonces viene  de  alguien  que  te  dice  algo  sin  pensar.  Y eso que te dijo, a vos te gusta y te marca para siempre. Onda vivir siempre con ese error.

 

 

2) ¿Quienes fueron tus autores formativos?

 

Durand, Calveyra y Zelarayán.  Uno como  que  siempre anda por ahí.  Es como lo más cercano.   Esos  me  enseñaron  a mirar  y me  afinaron  el oído.  Con ellos  levanté los cimientos.  Aprendí  con  el  tiempo  a  reírme de mí mismo y a  no  tomarme esto de la poesía tan en serio. Que si no genera placer no sirve.

Después a mí me mata Eliot. La tierra baldía debe ser el libro de poesía que más veces leí en mi vida.  Encima el Tío Tom  escribió  ese  libro  mientras  laburaba  como nueve horas en el sótano de un banco.  Ezra Pound  hacía  colecta, entre sus amigos artistas, para darle toda la plata que juntaba a Eliot.  Para  que éste  dejara  de trabajar.  El viejo Ez decía que era un suicidio para la literatura. Eso me emociona.

 

3) ¿Qué te interpela primordialmente como lector de poesía?

 

Que tenga imaginación.  Que  me haga pensar en algo que yo  pasé por alto.  Que sea ocurrente. Un buen poema es por ahí eso que te atrapa. Que no te hace pensar en otra cosa  mientras  lo  estás leyendo. De un buen poema te acordas siempre, no te digo de que  te  lo  sepas  de  memoria,  porque  eso  es  repetir  como  los loros. Hablo de que recuerdes lo que decía, un verso, una idea, una imagen.  Para que después uno pueda transmitírselo a otra persona.  Ni  siquiera le exijo que sea profundo o serio. Capaz que es algo superficial,  a  veces  se  trata  de  una  mentira. Pero acomodó y eligió bien las palabras o  supo  usar  alguna  palabra  que  vos decís chauuu  qué bueno, cómo  se le ocurrió.  Si acomodas bien las palabras eso genera algo que se puede ver.  Algo  que a otro lo puede emocionar. Es muy loco.

 

4) ¿Cuáles son los criterios a partir de los cuales corregís las sucesivas versiones de un poema?

 

A mi me gusta mucho usar la intuición y dejar pasar el tiempo.

A veces leo un poema en voz alta y le cambio alguna palabra casi inconscientemente y siempre  dejo  la  que  forma  parte  del  error.  Eso  de  cambiar  una  cosa  por otra es producto de mi impaciencia.  Muchas veces ni siquiera leo, sólo paso al ras los ojos por las palabras.  Para  mi  el  error  es  algo  lindo.  Me gusta como funciona. Yo no puedo escribir prolijo y  lisito.  El error es artesanal.  Eso lo aprendí de la experiencia de hacer libros  con  las  manos.  Y  a  mí  me  re  copa  ponerle  el cuerpo y trabajar duro con la poesía.

Pero  como  te  dije  casi  que  ni   corrijo.   Cambio  alguna   que  otra  palabra,  pruebo desordenando.  Escribo  como  hablo.  Si  ese  poema quedó guardado en la compu es porque algo le veo.  No  soy  de acumular poemas por acumular.  He  borrado  poemas enteros  de  una,  que  no  me  gustaban.  No  tengo  ningún respeto por mi obra. Si no escribo nada en meses no me mato. Fue. No tengo nada que perder.

 

5) ¿Qué tipo de relación tiene la poesía con la experiencia social? ¿Podés rastrear en tus poemas algún eco de ella?

 

No sé.  No  podría  establecer  un  patrón.  No  te  podría  decir  si  entre  la  poesía y la sociedad el cable es largo o corto.

Por  mi  parte siempre tomé la poesía como un viaje que decidí hacer.  Durante el viaje pegas onda con mucha gente que te acompaña unos tramos, pero al final del viaje uno sabe que termina solo. Yo  siempre trabajé los poemas con experiencias que viví y con los recursos que siempre tuve a mano.  Me gusta lo que se puede entender.  Lo que es claro.

Hace mucho tiempo yo escribí un poema que se llama  “La planta interna que le regalé a  mi  novia  para  su  cumpleaños”  con  ese  poema  siempre  me cuentan cosas o me pasaron cosas re locas. Una vez salí re borracho de una lectura en Rosario y tenía que ir a  otra lectura  que  quedaba  en  un  bar. Pero del pedo que tenía, no sabía ni dónde estaba parado.  Unas  pibas  aparecieron de la nada y me mostraron el camino hacia al bar, a cambio de que yo les recitara ese poema mientras íbamos caminando :)

Florencia Giusti que es una poeta también Rosarina.  Me contó que leyó ese poema en un taller  que  ella  da  con unos pibes  que están en una cárcel de menores. Y que ese poema  los  motivó  a  escribir  y  hasta  lo  usaron  mucho  y  le  cambiaban el final y lo reformaron.  Yo  a ese poema se lo escribí  a  Paula,  mi novia,  hace  como  diez  años encerrado  en  una  pieza  en  el barrio  San  Agustín  en  Paraná.   Sin esperar nada  a cambio. Después pasan un montón de cosas que te hacen pensar.

6) ¿Se puede pensar en la poesía como una forma de militancia?

 

Para mí no.  La palabra  militancia  me suena  a algo serio,  duro, no podés hinchar las pelotas.  Para mí  la poesía  es todo lo contrario.  Es  algo  re infantil,  inmaduro. Como tener  acné  pasando los 30. A mí me da vergüenza decir  que  escribo poesía.  Es una actitud muy pendeja y de no hacerme cargo, pero me sale.

 

 7) ¿La web cambió la manera de escribir?

 

Y sí. Quizás nunca hubo tanta gente que escriba o que diga lo que piensa en la historia de la humanidad.

Yo aprendí a que a los textos hay que dejarlos estar. Que reposen por un tiempo. Pero ahora hay gente  que  escribe derecho viejo en las redes sociales  o  en  los tumblr. Sin pasar antes por un doc.  Yo no soy nadie para decir si eso está bien o está mal. Nunca tuve  blog  ni  tumblr.  Siempre  escribí  en  word y como que no escribo nunca poemas sueltos, si no que pienso los poemas como parte de un libro.

Además yo  tuve  una compu re de grande,  pasado los veinte. Me la compré cuando volví a Entre Ríos después de  vivir unos  meses  en  Buenos  Aires en el 2005 y vi que todos los poetas tenían compu.  Igual  en  esa  época  a  mí me preocupaba más leer y aprender.  Lo  de  escribir  vino después,  cuando  decidí volver a Paraná y encontré un trabajo que me dio la posibilidad de independizarme y estar tranquilo.

 

 8) ¿Qué te sugiere la escena actual de la poesía Argentina?

 

Yo estoy muy copado con lo actual. Me entusiasma un montón y me tira para adelante. Hay poetas a los que leo y me gusta lo que hacen como Caterina Scicchitano, Ana Inés López, María Lucesole, Jonatan Santos, Tomi Fadel, por nombrar algunos.

Tenemos  la suerte enorme de que hay una tradición muy fuerte detrás nuestro.  Estoy seguro  de  que  no  va  a  parar  nunca  de surgir  buena  poesía en este país. Muchos países se les complica porque no tienen mucha  tradición, nada en qué apoyarse. Pero la  poesía  Argentina  es  increíble  y  la  vara  siempre  está  alta  y  los cimientos están firmes. 

 

 

9) ¿Cuál fue el momento poético que te haya tocado vivir en estos últimos tiempos?

 

En mi laburo cuando  llega  la noche  y  ya no queda nadie  en  el  local. Tenemos  que hacer un trabajo  que  se  llama  frentear. Que consiste  en  traer  los  productos que la gente  empujó  hacia el fondo de la góndola  y  alienarlos  bien  hacia  adelante,  uno al lado  del  otro,  sobre  un  borde  azul que marca el comienzo del estante. No sé si será poético  como  ver  una  nube de cerca o escalar una montaña, pero frentear me gusta. Qué se yo.  Mientras  hago  ese  trabajo  tranquilo,  sin  ningún cliente dando  vueltas  y molestándote, me pongo a pensar en poemas. Me hace bien y es terapéutico. Además de  que  siempre  me  acuerdo  ese   poema  de   Ariel  Delgado  que   se  llama  Orden emocional que habla de eso.

 

 

10)  ¿Los últimos 3 libros que leíste?

 

 1- La divina comedia (el purgatorio) traducción de A.Battistessa.

 

2- El terreno infinito de Jonatan Santos.

 

3- Creo en la poesía de Diego Vdovichenko.

 

Abril de 2015.