qué absurdo
c a m i n a r
en el insistente error
de registrar amores imposibles
de vivir en la borrosa sombra de una caricia
con el aire sucio
con monstruos de ocasión
arrabales de la imagen
que dejan el alma prendida con alfileres
como la ropa en la soga
húmedas de miedo
evitando el olor a pérdida