A los oficinistas parcos
a los cuellos grises y corazón de estreno
a las chicas tristes
que escuchan slows cuando el invierno
al muchachito rubio
sentado solo en el teatro
algún sereno de guardia
los mucamos y porteros
aquellos dentro del ruido
y la soledad como un viento
a los que sufren y no entienden
la injusta iniquidad del sexo
y oyendo voces sufren
con el tabique por medio.
Hermanos, cuánto los comprendo
desde mi cuarto vacío
desde mis sábanas frías
desde mi miedo.
a los cuellos grises y corazón de estreno
a las chicas tristes
que escuchan slows cuando el invierno
al muchachito rubio
sentado solo en el teatro
algún sereno de guardia
los mucamos y porteros
aquellos dentro del ruido
y la soledad como un viento
a los que sufren y no entienden
la injusta iniquidad del sexo
y oyendo voces sufren
con el tabique por medio.
Hermanos, cuánto los comprendo
desde mi cuarto vacío
desde mis sábanas frías
desde mi miedo.