No te niegues a la vida.
Sufre los julios, canta los viernes.
Vive en la panza peluda de tu gato
en los afónicos colores del estadio
en el pelo rubio de tu cachorro.
Palpa las paredes, escucha a los hombres.
Húndete en las catedrales viejas del campo
en el silbido nocturno del tango
en las naranjas abiertas sobre el mantel.
Pisa la dura piedra, escruta la plaza.
Atiende en la tarde a Bob Dylan
al pájaro de primavera en tu ventana
a las estriadas manos del labrador.
Mueve tu cuerpo, quema tu piel.
Deshilacha tristeza en invierno
juega al naipe de la vida.
Vuela y vuelve, corazón de miel.
Pero pregunta por qué.
Por qué los julios, por qué los gatos.
Por qué en los cascos la manija, por qué.
Por qué el estadio y tu cachorro,
y no otras voces de tono bajo
por qué la plaza, por qué la pipa, por qué.
Si así se hizo y así se debe
y así el pueblo y así la patria
son sólo así porque sí y por qué.
Canta tu canto, jorge
pasa la globa, deivid
pinta tu óleo, dana
mejor si sabes por qué.
Cuida tu chica, mara
viaja mil millas, miri
quiere a los vientos, baba
mejor si sabes por qué.
Dejate el pelo, mengo
lee tu libro, hermana
escribe un cuento, norberto
mejor si sabes por qué.
Siembra tu tierra, loco
cría las cuerdas, Luigi
vida y muerte en cien años
mejor si sabes por qué.
|