AGUSTINA ANDRADE

Por Noelia Noir
 
Agustina Pastora Andrade nació el 9 de agosto de 1858 en  Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos y falleció en Témperley, Buenos Aires, el 10 de febrero de 1891. Era hija del poeta Olegario Víctor Andrade y de María Eloísa González Quiñones.
Aprendió a leer y a escribir correctamente a los cinco años.
A los doce años publicó su primera poesía en el diario “El Telégrafo”, periódico de su ciudad natal, dedicada a su compañera Amalia del Castillo, quien murió prematuramente.
Más tarde, la familia Andrade se trasladó a Concordia, ciudad en la que permaneció cinco años.
En 1874, durante la inauguración de la biblioteca de Concordia, en la que el poeta estuvo comprometido, Agustina recitó el poema de su padre “Las ideas”.
Su padre, Olegario, tuvo una profunda admiración por esta niña sensible y arraigada a su tierra natal. El 9 de agosto de 1872, en conmemoración de sus 14 años, le dedicó un poema titulado “A mi hija Agustina en su cumpleaños”.
Ya vendrán, hija querida,
Los nublados de la vida
Que fingen mentira calma...
O. V. Andrade
(“A mi hija Agustina en su cumpleaños”)
Agustina redactó y colaboró en las publicaciones literarias como “La ondina del Plata” y “El álbum del hogar”.
Publicó luego en “La Tribuna”, dirigido por su padre, y en ese ambiente se formó su estilo poético, influenciado claramente por los románticos (Víctor Hugo) y posrománticos (Gustavo Adolfo Bécquer).
En 1878 reunió sus versos en un volumen titulado “Lágrimas” y en 1879 publicó “Flor de un día”.
Agustina conoció a su esposo, el naturalista y explorador Ramón Lista (1856-1897) por medio de su padre, en los espacios de redacción de “La Tribuna Nacional”. Se casaron en 1879 en la Iglesia de San Ignacio.
En 1882 se desencadenan lamentables sucesos para la joven poeta. En marzo murió su hermana Leila de 15 años. En mayo, su esposo inició una exploración a Misiones; para esa fecha ella estaba esperando a su primera hija: Rosa Lista Andrade, que nació el 2 de julio. El 30 de octubre murió
Olegario Víctor, a los 42 años.
En 1884, Agustina dio a luz a su segunda hija: Eloísa. Su esposo viajaba de un lugar a otro y, en 1887, fue nombrado gobernador de la provincia de Santa Cruz, cargo que ejerció hasta 1892. Ella lo acompañó, aunque, posiblemente por los motines de la provincia, regresó a Buenos Aires antes de que Ramón Lista termine su mandato.
Agustina junto con su madre y sus dos hijas se refugiaron en una quinta de Temperley e intentaron soportar el agobiante calor del verano porteño. La nostalgia del suelo natal aumentaba con los años: “Yo extraño el bosque, el río, la cuchilla, / de aquel retiro plácido, / donde creció la flor de mi existencia / exenta de cuidados”
En 1890, Agustina se enteró de que su marido mantenía una familia paralela en la Patagonia con una indígena tehuelche llamada Koila, con la cual había tenido una hija, Ramona Cecilia Lista (a la que le había dado su apellido). Esto hizo que se encerrara durante meses en su casa en el campo, hasta que dejó a sus dos hijas al cuidado de su madre y dio término a su vida con un tiro de revólver el 10 de febrero de 1891. Fue enterrada en el Cementerio de La Recoleta.
Además de poeta, Agustina Andrade incursionó en el periodismo y la traducción de literatura italiana y francesa. Algunos de sus poemas refieren a lo nativo, como el que escribió en 1878 (tenía 17 años) dedicado al pájaro boyero: "¿Qué extrañas? ¿El sauce de frondas sonoras, / el claro arroyuelo de limpio cristal, / la tosca canoa que ataba el isleño, / con lazo de ibirá, del verde juncal?"
Aquellos lectores que indaguen sobre la vida de esta escritora, aún sin excesivo cuidado y considerando la época en que le tocó vivir, podrán percibir que en sus versos logran expresar dulzura, sentimientos y sensaciones a través de voces y paisajes plasmados en lenguaje natural y con gran lirismo.
Su poesía tiene la frescura, el entusiasmo y la espontaneidad de los breves años que vivió la poeta. En su poemario “Lágrimas” condensa la mayor parte de su obra poética escrita, allí plasmó su delicada visión de la realidad.
En su libro "Agustina Andrade. Vida y obra poética." (Editorial Confluencia. Buenos Aires. 1998), cedido gentilemente a esta página por la autora, Alicia Mercedes Chiesa, y a quien agradecemos especialmente, comenta algunos de los poemas seleccionados para este rescate, tal el caso de "A mi padre" y "¡Dejadme en paz!", comentarios que se pueden ver al pie de cada poema.
 
Fuentes:
  • Agustina  Andrade”,  en  Nuestros  poetas  y  sus  herederos.  Antología  de Gente de Letras, Aporte del Programa Identidad Entrerriana, Gobierno de Entre Ríos y C.F.I., Gualeguaychú, Entre Ríos, 2007.
  • Gualepedia. Enciclopedia Digital de Gualeguaychú. "Agustina Andrade" por Daniela Ester Marsili. Ver vínculo.
  • Diario El Argentino, Suplemento Cuadernos de Gualeguaychú, Nº 109, Gualeguaychú, 6 de abril de 1997.
OTROS

Tapa de "Agustina Andrade. Vida y Obra Poética" de Alicia Mercedes Chiesa. Ed. Confluencia. CABA. 1998